El Arte Bizantino.

El arte bizantino constituye uno de los episodios más grandiosos del arte universal. Se fundamenta en el arte griego y paleocristiano, con grandes influencias orientales (persa y musulmana).

En este periodo la figura humana, más que centrarse en representarla como masculina o femenina, se centraba en lo religioso, pero en este mismo periodo esta figura fue fuertemente prohibida debido a que parte de la iglesia de oriente se opuso a cualquier representación de escenas o personajes sagrados. Esto sucedió debido a que en el año 726 el emperador León III ordenó la destrucción por todo el imperio no sólo de los íconos, sino de todas las representaciones religiosas donde apareciera la figura humana. Únicamente el territorio bizantino de Italia se resistió a esta  norma.

Luego con el tiempo los artistas bizantinos aprendieron otra vez, estudiando los antecedentes clásicos, la representación de figuras vestidas en el estilo de paños o pliegues mojados y esto mostrándolo mediante pinturas o mosaicos también deseaban  integrarle efectos con luces y sombras. Sin embargo, las imágenes religiosas sólo se aceptaban si la figura humana no se representaba como una presencia física tangible. Pero los artistas bizantinos resolvieron este problema por medio de la abstracción, es decir, por medio de diseños planos que conservaran el interés visual de la composición mientras evitaban cualquier modelo concreto y con ello cualquier apariencia corporal. De este modo establecieron convencionalismos para la representación de la figura humana que perduraron en el  arte bizantino.

Otras obras, en escazas ocasiones, eran representadas como escultura, de las cuales existen dos tipos: enorme o pequeña en donde las estatuas grandes son de piedra (mármol, etc.). Las pequeñas son relieves organizados en dípticos portátiles hechos de marfil. Además estas presentan características como que los ojos son grandes y mirando hacia lo alto con lo cual pretenden trasmitir inquietudes trascendentales.

Todas estas obras representaban figuras  hieráticas (sin expresión) a menudo deformadas y repetidas (isocefalia), y frontales con escasos detalles.

Algunas obras que presentan estas características son:


 -Mosaico más famoso: " Cristo Pantocrátor".                               -La más famosa pintura:
                                                                                                   "La Virgen y el Niño".

Escultura:

                                                “La duda de Santo Tomás” realizada por Silos.

¿Sabias qué?
Algo que caracterizó al estilo bizantino fue el uso de barba en forma de triangulo en el rostro del hombre.